Anoche celebramos la Navidad y el fin de un gran año. Nos fuimos a Home en Santa Ana y tomamos el lugar. Se sumó toda la gente del Grupo Tribu en Costa Rica y así pasamos de las 400 personas, todos compañeros y compañeras de las diferentes compañías que hemos ido armando con los años. Fue una gran fiesta, que aquí se dice pelón.
No fueron pocos los abrazos, mucho el agradecimiento en todas direcciones, cielo incluido, así como incontables momentos para recordar. Desde el anuncio de una próxima boda, entre dos chicos sensaciones de Tribu DDB, hasta la noticia del nuevo bebé en la vida de un compañero en Infirma. No faltaron los comentarios de alegría en todo Bosz, ni los ritmazos en pista de prácticamente todos los que asistimos. Conocí a Ricardo, nuestro nuevo practicante recién llegado de El Salvador, mientras que no paramos de gozar con los tenis nuevos de nuestro querido Lulo, fría águila en mano.
También fue visible la potencia de tanto talento junto, las proyecciones a futuro y la energía con la que se están cargando municiones para el año que sigue. La vida es una travesía. Donde estamos hoy no es ningún destino, sino un instante con muchas señales buenas para el camino que estamos recorriendo. Sabemos que estamos solo de camino, gozando las emociones de este largo viaje.
Promotica se anotó un 100 con la organización del evento, que gozamos todos de corazón. Estuvo muy emotivo, muy alegre y muy feliz. No faltaron los agradecimientos y las palabras de aprecio por la celebración, por lo que yo a la vez cierro estos párrafos con claridad: teníamos que festejar y agradecer a toda nuestra gente, pues el año que cerramos, al servicio de nuestros clientes y sus marcas, ha sido extraordinario.
