Tengo días de estarme recordando de la Regla #6 de Zanders, y por esto sonrío, gozo y disfruto cada uno de los instantes del día de una forma que solo se puede lograr cuando te decidís a no tomarte demasiado en serio.
A la vez, sin embargo, para que no existan malas interpretaciones, trabajamos duro, crecemos y nos multiplicamos, mientras preparamos el futuro enfocados estratégicamente en cada una de las trincheras en las que estamos. Sin duda alguna, el futuro es una consecuencia de las decisiones que tomamos hoy. Y éstas decisiones están fuertemente influidas por nuestras ideas, creencias y convicciones.
Al sonreir, según dicen varios estudios, se generan endorfinas y nos contribuyen a un estado anímico mucho más positivo, constructivo y facilitador. En su ausencia, es más posible aquel que obstaculiza, aplana y hasta llega a ser hasta contrariante. Olvidar que el universo no gira a nuestro alrededor, implica la posibilidad de llegar a creer que en efecto es uno el epicentro. Por esto, a la vez que nos proponemos no tomarnos demasiado en serio, somos capaces del humor, de la proporción correcta en el éxito como en el fracaso, de reconocer a los más brillantes, ricos y creativos en otros, así como de enfrentar con menos gravedad el fracaso o el error.
En todos los campos de la vida es posible sonreir, y al evitar tomarnos demasiado en serio, permitimos un flujo de energía positiva y condiciones propicias para más creatividad e innovación. Cuando nos permitimos ser un poco más livianos, invitamos a clientes y colaboradores a serlo también, conduciendo las relaciones a una línea de mayor libertad y positivas actitudes.
En un mercado como el costarricense, donde el humor es un gran ausente y en donde unos pocos creen que el mal gusto o el disparate es lo creativo, es muy necesario hablar de la Regla #6 de Zanders, propuesta por el autor del best-seller The Art of Possibility y un extraordinario presentador motivacional. Creo que resulta todo un alivio cuando decidimos aplicar la Regla #6, y por esto, la recuerdo en éste instante y decido retomarla.
Por cierto, constantemente llega la pregunta: “¿Y cuáles son las otras 5 reglas?”. Y por supuesto, como corresponde y resulta natural, resulta que no hay más. Y no importa.
Regla #6 de Zanders: “No te tomés demasiado en serio”.
